Tras los últimos sucesos del Universo Marvel la corriente temporal se está haciendo añicos y unos alienígenas "crono-anarquistas" se están aprovechando de ello para trastear con el tiempo y gobernar a su gusto en varios puntos de la historia de la Tierra como les cuenta el villano Zarrko, el hombre del mañana, lo que está causando que diversos lugares y personas desaparezcan debido a ello. El único que puede sobrevivir a los viajes en la corriente temporal es Hulk, y con la mente de Banner metida en una especie de pequeño robot volador para que controle al coloso esmeralda, Hulk viajará a través de diferentes épocas para acabar con esos crono-anarquistas y restablecer el orden para que esos lugares, y sobre todo Betty vuelvan a existir.
Esta aventura le llevará (a muchas de sus versiones) al salvaje Oeste de dos pistolas Kid, al Camelot del Rey Arturo o al lanzamiento de la bomba Gamma, aunque en este último caso habrá más consecuencias de las esperadas.
En la parte gráfica tenemos a Matteo Scalera en su primera mitad (un autor que me suele gustar y que creo que ha mejorado desde sus números de Vengadores Secretos), unas páginas de Mahmud Asrar (que me ha sorprendido muy gratamente, creo que nunca había leído nada con su dibujo) y Kim Jacinto en el último número y medio, que sin sobresalir hace un trabajo decente (aunque resulta el más flojo de los tres). Una historia que para tratar sobre viajes en el tiempo y sin contar con tantas pretensiones como la Era de Ultron o All New X-men resulta más que entretenida y superior a la media.
Valoración: 7.5/10
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